top of page

POESÍA

ver en verde

Rosalba López

SOMOS MÁS QUE TACOS

ESAÚ FRAUSTO

Somos más que tacos: Esaú Frausto (Querétaro, 1996)

México es una mujer

recién salida de la sala

de abortar.

 

Un cuarto oscuro con

dos guardias rubios

al exterior.

 

Un Bienvenidos a

Tamaulipas con agujeros

miliméticos.

 

Un niño asesinado

por su padre  después

de dejar a su esposa.

 

Un adolescente en

Facebook pidiendo ayuda

para ganar una sesión fotográfica.

 

Un ama de casa

en una fosa (espero al editor

no le moleste este lugar común).

Ver en verde: Rosalba López Morelia, Michoacán Estudiante de Historia del Arte, inventora de respuestas a preguntas difíciles, trotamundos de ocasión, filántropa de pensamiento utópico, coleccionista de puestas de sol y cielos lluviosos.

Verde perico es la primer idea, la cual me invita a

ver de diferente forma el

verde color del mundo.

Ver de puntillas en la ventana la

verde naturaleza, y

ver delicadamente la

verde rana, el

verde pino, un

verde reloj, y su

verde tiempo.

Ver despacio el

verde pantano, para que la mirada no se hunda en él.

Ver de reojo un

verde pájaro; y

ver de noche el

verde giro de la bailarina sobre la cuerda floja, vestida de un

verde intenso como su

verde mirada.

Ver destellos de una

verde luna, cuya

verde luz impide

Ver desastre en el

verde infinito del cosmos.

Ver detenidamente me hace

ver demasiado. Hasta empezar a

ver delirios, a

ver demonios y a

ver de cabeza cosas como el

verde té, el

verde pasto y el

verde pincel con que él ha pintado una

verde quimera.

Ver de un vistazo, en cambio, es conformarse con

ver desde el dintel de la puerta, sin abarcar casi nada de la

verde inmensidad.

Ver de frente siempre, impide muchas veces

ver descuido en nuestras acciones,

ver decadencia en la bella fantasía, y 

ver desilusión en las miradas perdidas.

Ver de lejos que el amor se aproxima y

ver desesperado que nunca llega. Para

ver después que hasta en las nubes puedes

ver destinos coincidir, conlleva

ver de cerca la buena fortuna. Comienzas con

ver de camino a casa el

ver de unánime de la distancia que consumen tus pasos. Y sientes el aroma del

verde hierbabuena que perfuma el viento.

Ver desayuno listo implica

ver delicias sobre la mesa: un

verde aguacate dispuesto en rodajas, la

verde uva que cuelga suicida del borde del plato, el

verde higo que se esconde, la

verde manzana que brilla incesante y hasta el

verde zapote, cuyo corazón blanco o negro espera su turno.

Ver dentro del cielo es

ver de uno en uno los cuentos que surfean en la

verde ola del

verde mar, en que pude

ver delfines de

verde sabor sal.

Ver de vuelta a la ciudad el

verde antiguo de su

verde cantera semejante al

verde jade,

verde esmeralda,

verde pistache,

verde hoja y

verde junco.

Ver de espaldas al amigo que se aleja con el

verde verano y su

verde pensamiento que le prohíbe

ver desaires,

ver desusos,

ver deleites,

ver desencuentros, y

ver demencia en la poesía olvidada,

ver desoladas tardes de domingo..

ver definitivamente es preludio de la

verde música que interpreta un

verde grillo en los resquicios del silencio.

Ver dentro de poco tiempo el

verde hilo del que penden los sueños, escritos en

verde tinta, cuyo

verde génesis les añade la

verde sustancia de alquimia.

Ver de paso el sol tibio que pinta los árboles de un

verde constante, de un

verde esperanza, un

verde menta,  un

verde limón y hasta un

verde olivo.

Ver de nuevo la luna elevarse en la noche, es también

ver decenas de miles de estrellas que arropan el cielo.

Ver de verdad que Abril ya empezó y que es

verde siempre, que yo

verde quisiera ser, porque así el mundo podría

VER EN VERDE.

bottom of page